La naturaleza que lo recibe con los brazos abiertos.
Herdade da Cortesia pertenece literalmente a Avis. El edificio del hotel es un elemento orgánico del paisaje de Alentejo y se asemeja a una hoja de árbol que cae al suelo y se confunde con el escenario natural. Encuéntrala.
Este proyecto nació de una historia de encuentros entre atletas, inversores y de quienes, dentro de este puro escenario, encontraron momentos de descanso sublime. Su flora y sus implantaciones arbóreas locales se respetaron, creando un entorno especial, junto a su arquitectura innovadora, donde la frontera entre interior y exterior es casi invisible.
Del cuerpo central del edifício se ramifican las zonas comunes. Orgánicos pasajes se extienden en el espacio para unir el restaurante, el bar y los exteriores. Aquí y allá nos invitan a parar y relajarnos en acogedores espacios de estar o, a un paso, adentrarse en la naturaleza.
Las habitaciones están implantadas en módulos de dos a nivel del suelo y siguen sus caprichos, curva por curva. Sus colores son de una paleta acogedora de tonos Alentejanos y cada estancia posee su propia personalidad que merece la pena descubrir, bien como singulares vistas a la villa de Avis, la albufera de Maranhão, la extensa planicie o a la piscina.
En esta finca el ambiente apura el paladar y su chef le satisface con platos de la gastronomía regional interpretados de forma moderna. Son nuevas recetas, con aquel delicioso sabor de siempre, que descubrirá en compañía de la naturaleza que le acecha desde cada ventana.
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